Thérèse filósofa
Memorias para servir a la historia del P. Dirrag
y de la señorita Eradice
Editado en colaboración con el Museo de la Ilustración (MuVIM) de la Diputación de Valencia.
Colección Los ilustrados, 26
168 páginas
Traducción de Bernat Castany Prado
Epílogo de François Moureau
"Diderot y Thérèse—escribe Robert Darnton, uno de los más destacados estudiosos actuales del movimiento ilustrado— pertenecen al mismo mundo: el mundo libertino, insolente, descarado, de los primeros años de la Ilustración, en el que todo se cuestionaba y nada era intocable". Esta novela, erótica y filosófica a la vez, escrita quizá por el marqués d’Argens, fue publicada anónimamente y se convirtió en uno de los grandes best sellers de la literatura clandestina de la época.
"La gran importancia de Thérèse filósofa, la mejor y más seria obra erótico-filosófica de la primera Ilustración ––según el marqués de Sade, Thérèse es 'la única obra que ha sabido unir la lujuria y la impiedad y que proporciona finalmente la idea de un libro inmoral'–– [...] radica en que es una reelaboración de ideas en la esfera erótica de una Ilustración muy anterior, especialmente del espinozismo" (Jonathan Israel, La Ilustración radical).
"Por eso aquí, en esta elegante librería de París, tras el epígrafe de 'Libros filosóficos' se escondía la pornografía más audaz que jamás se haya escrito, destacando entre todos ellos uno en especial: Thérèse philosophe, ejemplo de obra polémica, libertina, divertida y lúbrica donde las hubiera" (I. Adler, "A la sombra de Thérèse philosophe", Zenda).
"Thérèse filósofa, lejos de ser un himno a la sexualidad compartida, es, por retomar una expresión de La Mettrie, 'la escuela de la voluptuosidad'" (François Moureau).
"Una de las novelas a la vez más depravadas y reflexivas que la literatura libertina del XVIII llegó a producir" (J. C. Pursewarden, Zenda).
"Una de las novelas más eróticas y a la par más tiernas de esta época literaria de lujuria y vicio [...]. Por último, no es menos desdeñable que la novela, cuya narradora es una mujer, no cae en ningún momento en una visión androcéntrica del sexo (como le ocurre siempre a Sade con sus personajes femeninos). Quién sabe si en vez de un autor detrás de toda esta historia de libidos y goce no se encuentra una autora" (Paula Corroto, El Confidencial).
"Por último, me leí Thèrèse filósofa (1748, atribuida a Jean-Baptiste Boyer, marqués de Argens), una novela pornográfica de las que se publicaron en el Siglo de las Luces y en cuya trama pueden rastrearse elementos de la Ilustración más extrema (materialismo, ateísmo), así como una profunda crítica a la represión sexual de las mujeres propiciada por la Iglesia. La ha publicado Laetoli en su meritoria serie Los lustrados" (Manuel Rodríguez Rivero, Babelia).
Se han barajado varios nombres como posible autor de Thérèse philosophe. El más habitual es el de Jean-Baptiste de Boyer, marqués de Argens, conocido como Boyer d’Argens o simplemente D’Argens. Según algunos, él es el autor de Thérèse filósofa; según François Moureau, profesor emérito de la Universidad de la Sorbona y autor del epílogo de esta edición, que sigue la publicada en 2000 por la Universidad de Saint-Étienne, no lo es. La polémica está servida. D’Argens nació en Aix-en- Provence en 1704. Siguió la carrera militar hasta 1734, tras ser herido en Philipsburg, después de lo cual se retiró a Holanda, donde podía escribir y publicar libremente. Allí llamó la atención del emperador de Prusia Federico II, quién le invitó a la corte de Berlín, le hizo chambelán y le nombró director general de la Academia de Ciencias. Tras 25 años pasados en la corte berlinesa, el marqués de Argens volvió a Francia para morir en 1771. Esta traducción castellana es la primera que respeta en su integridad el texto de Thérèse filósofa, tanto en sus capítulos eróticos como en los filosóficos.
"Thérèse filósofa, escrita probablemente por el marqués d’Argens y publicada en 1748, parece estar lo más cerca posible de la pornografía 'pura'. [...] A ojos de sus contemporáneos, Thérèse era asimismo la representación de algo más: la Ilustración. Ella era una philosophe. [...] Thérèse hablaba el mismo idioma de Diderot, Holbach y La Mettrie» (Robert Darnton, Los best sellers prohibidos en Francia antes de la Revolución).
El autor del epílogo, François Moureau, nacido en 1944, ha sido profesor de literatura francesa del siglo XVIII en la Universidad de la Sorbona desde 1992 a 2012, y en la actualidad es profesor emérito. Entre sus numerosos libros se encuentran Le Roman vrai de l’Encyclopédie (Gallimard, 1990), De bonne main. La Communication manuscrite au XVIIIe siècle (The Voltaire
Foundation, 1993) y La Plume et le plomb. Espaces de l’imprimé et du manuscrit au siècle des Lumières, con prólogo de Robert Darnton (PUPS, 2006).
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